martes, 4 de enero de 2011

Érase una vez...

Una fría noche de invierno, una canción de un grupo de rock japonés le provocó una sonrisa en su cara. Era de ese tipo de música extraña que sube y baja, que te da electricidad y de repente sientes como si te desplomaras desde una gran altura...relajadamente te posas en el suelo y sigues caminando.

La canción se llamaba Karelia, como esa zona de un país muy frío del Norte de Europa, más frío que esa noche. Pero mágico, que te hace pensar en un señor que reparte regalos y vive con renos y elfos en un páramo helado lleno de vida y de color, blanco, puro, como los dientes de la sonrisa más feliz que te puedas imaginar.

La siguiente canción, Finlandia...¡sí exacto, ese es el país!...¿cómo lo sabías? Yo no lo he dicho, a lo mejor por los copos de nieve...creo que mañana hará tiempo de nevada, ¡dicen que hará un grado bajo cero!. Nunca he visto la nieve, por eso sonrío cuando pienso en el frío...pienso en todos los muñecos que se podrían hacer...podría escribir los acordes de las canciones en el suelo y sacarles una foto, así sonreiría cada vez que la mirase y el grupo japonés tocaría en mi cabeza. Flotando sobre el suelo, un pie delante de otro y dejando mis huellas en la nieve.

MONO - Finlandia
http://www.youtube.com/watch?v=pF0bFCvN17I&playnext=1&list=PLF9F4D71F8E12B4D3&index=8

MONO - The Kidnapper Bell

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